El conflicto por la placa en la Real Casa de Correos evidencia la tensión entre el Gobierno de Ayuso y el central de Sánchez

La disputa por la instalación de una placa conmemorativa en la Real Casa de Correos como Lugar de Memoria Democrática ha desatado un intenso enfrentamiento entre el Gobierno de la Comunidad de Madrid y el Gobierno central. Este conflicto está vinculado a la decisión de Pedro Sánchez de declarar el edificio un Lugar de Memoria debido a su papel en el régimen franquista. El Gobierno madrileño ha rechazado esta clasificación, alegando que el expediente está "caducado" y que no se puede declarar nada.

El Ministerio de Política Territorial ha insistido en que la colocación de la placa es un "imperativo legal". Aunque no se ha fijado un cronograma, afirmaron que será instalada "antes o después". Sin embargo, el Gobierno regional considera inviable su colocación por falta de lealtad institucional y advertencias sobre la condición de Bien de Interés Cultural del edificio, lo que ha llevado a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional.

Además, la Real Academia de la Historia ha cuestionado la vinculación exclusiva del edificio al franquismo, sugiriendo que debería asociarse más a la historia de la Ilustración. Este debate refuerza la idea de que la instalación de la placa refleja las tensiones políticas entre el Gobierno regional y el central, situación que podría intensificarse en un contexto electoral futuro.