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El cambio climático y la lucha contra el negacionismo: un desafío global y local en la lucha por el Pacto Verde
Un estudio concluye que el calentamiento global intensificó la dana en Valencia, en medio de un resurgimiento del negacionismo climático a nivel mundial.
Publicado: 9 de noviembre de 2025, 12:49
Un reciente estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) indica que el calentamiento global agravó las lluvias que causaron 229 muertes durante la dana de Valencia. Este hallazgo resalta la necesidad urgente de abordar el cambio climático, evidenciado por la resistencia política de Vox al Pacto Verde Europeo. A pesar de datos científicos que muestran un aumento del 20% en la intensidad de las lluvias, la retórica de negacionismo climático pone en peligro las decisiones políticas necesarias para combatirlo.
A nivel global, la lucha contra el cambio climático enfrenta desafíos similares, acentuados por el negacionismo y la falta de compromiso en el cumplimiento de las metas del Acuerdo de París. Durante la COP30 en Belém, Brasil, se ha observado que solo un 40% de los países ha presentado planes de reducción de emisiones, lo que pone en riesgo la implementación de acuerdos climáticos internacionales. La situación se complica aún más con la influencia de no solo líderes políticos como Donald Trump, sino también los intereses de combustibles fósiles que obstaculizan el progreso hacia energías renovables.
Sin embargo, existen signos de esperanza ante estos desafíos, con un aumento en la transición hacia energías renovables y un incremento en la venta de coches eléctricos. Esto sugiere la posibilidad de un futuro más sostenible, aunque el camino hacia la acción climática madura necesita ser respaldado por un liderazgo político comprometido y un enfoque basado en la ciencia.
A nivel global, la lucha contra el cambio climático enfrenta desafíos similares, acentuados por el negacionismo y la falta de compromiso en el cumplimiento de las metas del Acuerdo de París. Durante la COP30 en Belém, Brasil, se ha observado que solo un 40% de los países ha presentado planes de reducción de emisiones, lo que pone en riesgo la implementación de acuerdos climáticos internacionales. La situación se complica aún más con la influencia de no solo líderes políticos como Donald Trump, sino también los intereses de combustibles fósiles que obstaculizan el progreso hacia energías renovables.
Sin embargo, existen signos de esperanza ante estos desafíos, con un aumento en la transición hacia energías renovables y un incremento en la venta de coches eléctricos. Esto sugiere la posibilidad de un futuro más sostenible, aunque el camino hacia la acción climática madura necesita ser respaldado por un liderazgo político comprometido y un enfoque basado en la ciencia.