Progresista 88%Conservador 12%
El BCE opta por mantener los tipos de interés en el 2% ante la incertidumbre económica y comercial
La decisión del Banco Central Europeo busca evaluar el impacto de la guerra comercial con EE.UU. en el crecimiento de la zona euro
Publicado: 24 de julio de 2025, 07:06
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés en el 2%, en un movimiento considerado una pausa tras un año de recortes, con el objetivo de evaluar el impacto de la guerra comercial y las tensiones arancelarias con Estados Unidos en la economía europea. La inflación ha alcanzado su objetivo del 2%, pero existen preocupaciones sobre el crecimiento en potencias como Alemania y Francia, que muestran signos de estancamiento.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha señalado que el listón para una nueva bajada de tipos es alto, debido a la necesidad de observar cómo la guerra comercial afecta a la economía. En una reciente rueda de prensa, Lagarde mencionó que el entorno sigue siendo excepcionalmente incierto, sobre todo por culpa de las disputas comerciales y los aranceles deliberados que podrían aplicarse. Las tensiones arancelarias, como las amenazas del expresidente Trump de implementar un arancel del 30% a productos europeos, complican la política monetaria en Europa, aunque la inflación esté bajo control. Mantener el tipo de interés en el 2% puede favorecer a las familias con hipotecas y facilitar el consumo.
Sin embargo, se plantean interrogantes sobre el futuro de la política monetaria, ya que se espera que el BCE re-evalue su enfoque tras el verano, con analistas sugiriendo que los tipos se mantendrán sin cambios hasta que la situación comercial se aclare. La economía de la zona euro ha mostrado hasta ahora capacidad de resistencia, pero el BCE reconoce que las negociaciones con EE.UU. son el mayor riesgo para el crecimiento económico en la región. Las tensiones dentro del BCE reflejan diferencias entre los países del norte y del sur de Europa sobre la política monetaria, donde Alemania aboga por mantener controles estrictos de inflación, mientras que naciones como España y Francia promueven políticas más expansivas para estimular el crecimiento.
A medida que se aproxima la próxima reunión del BCE en septiembre, los analistas están atentos a cómo se desarrollarán las negociaciones comerciales entre la UE y EE.UU., con un acuerdo que podría establecer un arancel del 15% y evitar el escenario más perjudicial del 30% que amenaza Trump. De no lograrse un acuerdo, se teme que las consecuencias sean severas para la economía de la eurozona, lo que intensificaría la presión sobre el BCE para ajustar su política monetaria en consecuencia.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha señalado que el listón para una nueva bajada de tipos es alto, debido a la necesidad de observar cómo la guerra comercial afecta a la economía. En una reciente rueda de prensa, Lagarde mencionó que el entorno sigue siendo excepcionalmente incierto, sobre todo por culpa de las disputas comerciales y los aranceles deliberados que podrían aplicarse. Las tensiones arancelarias, como las amenazas del expresidente Trump de implementar un arancel del 30% a productos europeos, complican la política monetaria en Europa, aunque la inflación esté bajo control. Mantener el tipo de interés en el 2% puede favorecer a las familias con hipotecas y facilitar el consumo.
Sin embargo, se plantean interrogantes sobre el futuro de la política monetaria, ya que se espera que el BCE re-evalue su enfoque tras el verano, con analistas sugiriendo que los tipos se mantendrán sin cambios hasta que la situación comercial se aclare. La economía de la zona euro ha mostrado hasta ahora capacidad de resistencia, pero el BCE reconoce que las negociaciones con EE.UU. son el mayor riesgo para el crecimiento económico en la región. Las tensiones dentro del BCE reflejan diferencias entre los países del norte y del sur de Europa sobre la política monetaria, donde Alemania aboga por mantener controles estrictos de inflación, mientras que naciones como España y Francia promueven políticas más expansivas para estimular el crecimiento.
A medida que se aproxima la próxima reunión del BCE en septiembre, los analistas están atentos a cómo se desarrollarán las negociaciones comerciales entre la UE y EE.UU., con un acuerdo que podría establecer un arancel del 15% y evitar el escenario más perjudicial del 30% que amenaza Trump. De no lograrse un acuerdo, se teme que las consecuencias sean severas para la economía de la eurozona, lo que intensificaría la presión sobre el BCE para ajustar su política monetaria en consecuencia.