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El Ayuntamiento de Madrid prorroga la moratoria para vehículos sin etiqueta hasta 2026, alegando bajo impacto ambiental
La decisión permitirá que entre 14.000 y 15.000 coches sin etiqueta continúen circulando en la capital
Publicado: 12 de diciembre de 2025, 19:54
El Ayuntamiento de Madrid ha decidido prorrogar hasta el 31 de diciembre de 2026 la moratoria que permite la circulación de vehículos sin etiqueta empadronados en la ciudad, debido a su supuesto bajo impacto medioambiental. Esta medida afectará a entre 14.000 y 15.000 coches, que, aunque representan una cantidad baja en comparación con el tráfico diario, generan críticas entre partidos de oposición debido a sus implicaciones en la calidad del aire de la ciudad, que aún padece niveles de contaminación elevados.
La concejala de Más Madrid, Esther Gómez, ha criticado dicha prórroga, afirmando que perjudica los esfuerzos por mejorar la calidad del aire y que Madrid no cumple con las futuras normativas europeas sobre este aspecto. También se ha resaltado la falta de acceso a vehículos eléctricos asequibles y la necesidad de inversión en infraestructuras de recarga para ayudar en la transición hacia opciones más sostenibles, algo que fue planteado por el concejal del PSOE, Ignacio Benito.
A pesar de estas críticas, el gobierno municipal defiende la prórroga como un intento de balancear las necesidades sociales con la sostenibilidad ambiental, argumentando que han mejorado los datos de calidad del aire en los últimos años.
La concejala de Más Madrid, Esther Gómez, ha criticado dicha prórroga, afirmando que perjudica los esfuerzos por mejorar la calidad del aire y que Madrid no cumple con las futuras normativas europeas sobre este aspecto. También se ha resaltado la falta de acceso a vehículos eléctricos asequibles y la necesidad de inversión en infraestructuras de recarga para ayudar en la transición hacia opciones más sostenibles, algo que fue planteado por el concejal del PSOE, Ignacio Benito.
A pesar de estas críticas, el gobierno municipal defiende la prórroga como un intento de balancear las necesidades sociales con la sostenibilidad ambiental, argumentando que han mejorado los datos de calidad del aire en los últimos años.