Progresista 43.8%Conservador 56.3%
El auge de la inteligencia artificial desencadena megacontratos financieros y un alarmante consumo de recursos hídricos en EE. UU.
Los gigantes tecnológicos enfrentan desafíos financieros y ambientales en su carrera por dominar el sector de la inteligencia artificial.
Publicado: 14 de noviembre de 2025, 07:44
La inteligencia artificial (IA) está reconfigurando varios sectores de la economía, pero también plantea desafíos significativos en términos financieros y ambientales. Los gigantes tecnológicos como Meta, OpenAI y xAI están en la cúspide de una carrera armamentista por la IA, lo que implica no solo inversiones colosales, sino también un alto costo en recursos hídricos y energéticos.
Recientes informes han revelado que para 2030, la expansión de la IA puede emitir entre 24 y 44 millones de toneladas de dióxido de carbono al año solo en los Estados Unidos. Este crecimiento se asocia con un considerable aumento en el consumo de agua, estimándose que los centros de datos de IA consumen entre 731 y 1,125 millones de metros cúbicos de agua anualmente.
Mientras tanto, se están estructurando megacontratos que buscan capitalizar esta demanda creciente. Por ejemplo, Blue Owl Capital ha forjado un acuerdo con Meta, invirtiendo 3,000 millones de dólares en un centro de datos. Las preocupaciones sobre la sostenibilidad económica y el impacto ambiental son innegables, y se requieren medidas inmediatas para mitigar el consumo de recursos hídricos y mejorar la eficiencia operativa.
Recientes informes han revelado que para 2030, la expansión de la IA puede emitir entre 24 y 44 millones de toneladas de dióxido de carbono al año solo en los Estados Unidos. Este crecimiento se asocia con un considerable aumento en el consumo de agua, estimándose que los centros de datos de IA consumen entre 731 y 1,125 millones de metros cúbicos de agua anualmente.
Mientras tanto, se están estructurando megacontratos que buscan capitalizar esta demanda creciente. Por ejemplo, Blue Owl Capital ha forjado un acuerdo con Meta, invirtiendo 3,000 millones de dólares en un centro de datos. Las preocupaciones sobre la sostenibilidad económica y el impacto ambiental son innegables, y se requieren medidas inmediatas para mitigar el consumo de recursos hídricos y mejorar la eficiencia operativa.