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Egipto detiene a más de 200 activistas que intentaban participar en la Marcha Global a Gaza en respuesta al bloqueo israelí.

Las autoridades egipcias colaboran con Israel para impedir el paso de activistas que buscan romper el cerco humanitario en Gaza.

Publicado: 12 de junio de 2025, 12:47

La Marcha Global a Gaza, que busca protestar contra el bloqueo impuesto por Israel, ha enfrentado una fuerte oposición por parte de las autoridades egipcias, resultando en la detención de más de 200 activistas. Estos activistas, de diversas nacionalidades, llegaron a Egipto con el objetivo de caminar hacia la frontera con Gaza y exigir la apertura de corredores humanitarios, pero fueron arrestados en sus hoteles o en el aeropuerto de El Cairo. De acuerdo con informes recientes, se ha confirmado que al menos nueve activistas españoles han sido deportados. Las autoridades egipcias justificaron estas deportaciones alegando que los activistas no contaban con la autorización necesaria para llevar a cabo la marcha, declarada ilegal.

Las detenciones han sido muy agresivas, con informes que indican que muchos de los arrestados son franceses, pero también hay ciudadanos de Argelia, Marruecos, Libia y España. El gobierno israelí intervino calificando a los activistas de "yihadistas" y presionando a Egipto para impedir su avance hacia la frontera. Los organizadores de la marcha han afirmado que su movilización es pacífica y que han seguido todos los protocolos necesarios para llevar a cabo la marcha, la cual busca visibilizar la situación humanitaria en Gaza. Los organizadores han denunciado que a pesar de haber solicitado aprobaciones previas a las autoridades egipcias, no han recibido respuesta oficial, lo que ha incrementado la tensión respecto a sus planes de movilización.

La situación sigue siendo tensa, y la posibilidad de llevar a cabo la marcha se encuentra en duda debido a la reciente ola de arrestos. Este evento destaca las crecientes tensiones en la región y plantea serias interrogantes sobre el derecho a protestar por causas humanitarias en contextos donde el control gubernamental es estricto. Los activistas que han logrado permanecer en Egipto han comenzado a organizar reuniones secretas y actividades preliminares para continuar sus esfuerzos, a pesar de las amenazas de deportación.