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Egipto deporta a activistas antes de la Marcha Mundial a Gaza mientras los participantes intentan avanzar hacia la frontera
A pesar de las restricciones egipcias, se movilizan casi 4.000 personas para exigir el fin del asedio y la apertura de un corredor humanitario.
Publicado: 13 de junio de 2025, 19:09
La Marcha Mundial a Gaza, programada para este mes, enfrenta serias dificultades debido a la deportación de activistas por parte del régimen egipcio. A pesar de que se esperaba la participación de aproximadamente 4.000 personas de diferentes nacionalidades, las autoridades de Egipto han comenzado a deportar a quienes intentan ingresar al país para unirse a la movilización pacífica, con al menos 200 deportaciones confirmadas hasta el momento.
El pasado 12 de junio, Egipto comunicó que deportaría automáticamente a aquellos activistas que intentaran participar en la marcha, lo cual incluye a un grupo de ciudadanos españoles. Aunque los organizadores consideran que las deportaciones son bajas, están comprometidos a continuar con sus esfuerzos. A pesar de las advertencias y la falta de autorización del gobierno egipcio, los activistas buscan avanzar hacia Rafah para presionar por un corredor humanitario.
Las dificultades se intensifican con la amenaza de nuevas deportaciones y la vigilancia de las fuerzas de seguridad, que están en alerta ante la posibilidad de manifestaciones en la frontera con Gaza. Egipto enfrenta una complicada situación política respecto a sus relaciones con Israel y Hamás, lo que añade incertidumbre sobre el desarrollo de la marcha.
El pasado 12 de junio, Egipto comunicó que deportaría automáticamente a aquellos activistas que intentaran participar en la marcha, lo cual incluye a un grupo de ciudadanos españoles. Aunque los organizadores consideran que las deportaciones son bajas, están comprometidos a continuar con sus esfuerzos. A pesar de las advertencias y la falta de autorización del gobierno egipcio, los activistas buscan avanzar hacia Rafah para presionar por un corredor humanitario.
Las dificultades se intensifican con la amenaza de nuevas deportaciones y la vigilancia de las fuerzas de seguridad, que están en alerta ante la posibilidad de manifestaciones en la frontera con Gaza. Egipto enfrenta una complicada situación política respecto a sus relaciones con Israel y Hamás, lo que añade incertidumbre sobre el desarrollo de la marcha.