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Dublín toma medidas contra el manoseo de la estatua de Molly Malone
El ayuntamiento y una artista local buscan cambiar la percepción sobre un gesto considerado ofensivo que perjudica el monumento
Publicado: 13 de abril de 2025, 21:49
La estatua de Molly Malone, una célebre figura de Dublín, está en el centro de una controversia relacionada con el habitual manoseo de sus pechos por parte de turistas. El Ayuntamiento de Dublín ha decidido tomar cartas en el asunto y colocará vigilantes junto a la estatua para evitar que se continúe esta práctica, la cual ha sido objeto de críticas por ser considerada ofensiva y dañina para el monumento.
La popular estatua, que representa a una vendedora de marisco y fue creada por la escultora Jeanne Rynhart en 1998, ha experimentado un desgaste notable debido al continuo contacto físico. La situación ha llevado a un programa piloto que comenzará en mayo, donde el objetivo será educar a los visitantes sobre la importancia de no tocar la figura y así preservar su estado original. Esta decisión responde a las quejas de los ciudadanos y a las preocupaciones sobre la integridad del monumento.
Tilly Cripwell, una artista dublinesa que ha lanzado una campaña a través de las redes sociales, ha sido una de las voces más activas en esta cuestión, denunciando que el manoseo ha sido un acto de violencia simbólica contra la estatua durante muchos años. Aunque el ayuntamiento ha reconocido la necesidad de proteger la estatua, Cripwell considera que las soluciones propuestas son insuficientes y ha sugerido opciones más drásticas. La controversia destaca la importancia de respetar el arte público y reflexionar sobre el trato a figuras que representan a mujeres en espacios públicos.
La popular estatua, que representa a una vendedora de marisco y fue creada por la escultora Jeanne Rynhart en 1998, ha experimentado un desgaste notable debido al continuo contacto físico. La situación ha llevado a un programa piloto que comenzará en mayo, donde el objetivo será educar a los visitantes sobre la importancia de no tocar la figura y así preservar su estado original. Esta decisión responde a las quejas de los ciudadanos y a las preocupaciones sobre la integridad del monumento.
Tilly Cripwell, una artista dublinesa que ha lanzado una campaña a través de las redes sociales, ha sido una de las voces más activas en esta cuestión, denunciando que el manoseo ha sido un acto de violencia simbólica contra la estatua durante muchos años. Aunque el ayuntamiento ha reconocido la necesidad de proteger la estatua, Cripwell considera que las soluciones propuestas son insuficientes y ha sugerido opciones más drásticas. La controversia destaca la importancia de respetar el arte público y reflexionar sobre el trato a figuras que representan a mujeres en espacios públicos.