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Dos cometas ATLAS cautivan a astrónomos con fenómenos extraordinarios: 3I/ATLAS y C/2025 K1 enfrentan su destino
El cometa 3I/ATLAS se aproxima a la Tierra mientras que C/2025 K1 se desintegra tras su acercamiento al Sol.
Publicado: 10 de diciembre de 2025, 17:10
En las últimas semanas, la atención en la comunidad astronómica ha girado en torno a dos cometas designados con el nombre ATLAS, conocidos por sus características singulares y su relación con la red de telescopios que los ha descubierto y observado. El primero, 3I/ATLAS, un objeto interestelar detectado en julio de 2025, ha estado en el foco de estudio debido a su proximidad a la Tierra, programada para el 19 de diciembre de este año. Este cometa es notable por su inusual "latido cósmico" que produce destellos de luz cada 16 horas, lo que ha suscitado debates entre los científicos sobre su origen y mecánica interna.
Por otro lado, el cometa C/2025 K1, otro miembro de la familia ATLAS, ha tenido un final sorprendente. Este cometa, que se fragmentó en varios pedazos tras su aproximación al Sol, ha presentado un brillo dorado inusual, resultando en su desintegración a pesar de no ser inicialmente advertido por los astrónomos hasta que su luminosidad aumentó. A medida que se acercaba al perihelio, la tensión gravitatoria provocó una fragmentación en tres fragmentos principales, además de un cuarto pequeño.
Mientras 3I/ATLAS continúa su trayectoria, apuntando hacia el Sistema Solar y presentando características extraordinarias, se considera que ambas observaciones aportan un conjunto invaluable de datos para la ciencia. Los fenómenos que rodean a estos cometas, cada uno con su trayectoria y destino distinto, están ayudando a los astrónomos a entender no solo la naturaleza de los cometas en general, sino también la formación de nuestro propio sistema solar.
Por otro lado, el cometa C/2025 K1, otro miembro de la familia ATLAS, ha tenido un final sorprendente. Este cometa, que se fragmentó en varios pedazos tras su aproximación al Sol, ha presentado un brillo dorado inusual, resultando en su desintegración a pesar de no ser inicialmente advertido por los astrónomos hasta que su luminosidad aumentó. A medida que se acercaba al perihelio, la tensión gravitatoria provocó una fragmentación en tres fragmentos principales, además de un cuarto pequeño.
Mientras 3I/ATLAS continúa su trayectoria, apuntando hacia el Sistema Solar y presentando características extraordinarias, se considera que ambas observaciones aportan un conjunto invaluable de datos para la ciencia. Los fenómenos que rodean a estos cometas, cada uno con su trayectoria y destino distinto, están ayudando a los astrónomos a entender no solo la naturaleza de los cometas en general, sino también la formación de nuestro propio sistema solar.