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Donald Trump protagoniza un momento polémico al no abandonar el escenario durante la celebración del Chelsea en el Mundial de Clubes.
El presidente de EE.UU. desafía el protocolo al quedarse en el centro del podio mientras el equipo levantaba el trofeo.
Publicado: 14 de julio de 2025, 20:00
Durante la final del Mundial de Clubes celebrada en el estadio MetLife de Nueva Jersey, Donald Trump se convirtió en el centro de atención en un momento polémico y desafió el protocolo al permanecer en el escenario mientras el Chelsea celebraba su victoria. A pesar de los intentos del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y del capitán del Chelsea, Reece James, de que Trump se retira para que los jugadores disfrutaran del momento, el presidente optó por quedarse, lo que generó reacciones mixtas entre el público.
Las reacciones del público variaron desde abucheos hasta aplausos, resaltando una vez más su figura polarizadora. El capitán del Chelsea expresó su sorpresa y Trump incluso bromeó comentando que el trofeo del Mundial ahora residiría en su Despacho Oval, lo que añadió un toque de humor a la situación. Con una gran presencia mediática, el evento se tornó surrealista, con Trump resaltando en un acto que debería haber sido exclusivamente para los campeones.
Esto no solo puso de manifiesto la naturaleza caótica que puede surgir en eventos festivos, sino que también enfatizó las oportunidades de autopromoción que Trump parece buscar en cada aparición pública, transformando la final del Mundial de Clubes en una mezcla de espectáculo deportivo y político.
Las reacciones del público variaron desde abucheos hasta aplausos, resaltando una vez más su figura polarizadora. El capitán del Chelsea expresó su sorpresa y Trump incluso bromeó comentando que el trofeo del Mundial ahora residiría en su Despacho Oval, lo que añadió un toque de humor a la situación. Con una gran presencia mediática, el evento se tornó surrealista, con Trump resaltando en un acto que debería haber sido exclusivamente para los campeones.
Esto no solo puso de manifiesto la naturaleza caótica que puede surgir en eventos festivos, sino que también enfatizó las oportunidades de autopromoción que Trump parece buscar en cada aparición pública, transformando la final del Mundial de Clubes en una mezcla de espectáculo deportivo y político.