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Dimisión del Gobierno búlgaro tras semanas de protestas masivas contra la corrupción y el rechazo a políticas económicas insostenibles
La caída del Ejecutivo se produce a pocas semanas de la adhesión de Bulgaria a la eurozona y en medio de un fuerte clamor social.
Publicado: 18 de diciembre de 2025, 12:27
El primer ministro de Bulgaria, Rosen Zhelyazkov, anunció la dimisión en bloque de su gobierno tras semanas de protestas masivas, generadas por el descontento hacia la corrupción y un presupuesto considerado insostenible. Los ciudadanos, especialmente los jóvenes, exigieron un cambio real y la renuncia del Ejecutivo ante el reconocimiento de una mala gestión. Esta dimisión acontece justo antes de la adhesión de Bulgaria a la eurozona, subrayando la inestabilidad política en el país que ha celebrado siete elecciones en cuatro años.
Las protestas, intensificadas por un incremento en impuestos y recortes en el gasto social, reflejan un clamor social que pide no solo la desaparición del actual gobierno, sino también elecciones libres y justas. A pesar de la retirada del controvertido presupuesto por parte del gobierno, las manifestaciones continúan, evidenciando que la corrupción está en el centro del debate político. Expertos apuntan a que Bulgaria se mantiene como el Estado miembro más pobre y corrupto de la UE, lo que añade a la presión social y a la creciente movilización de la juventud a través de redes sociales.
Este clima de descontento y exigencias por parte de la sociedad civil podrían alterar el rumbo de la política búlgara, donde la incertidumbre radica no solo en el futuro político interno, sino también en su contexto europeo, mientras continúan las luchas contra figuras influyentes vinculadas a escándalos de corrupción.
Las protestas, intensificadas por un incremento en impuestos y recortes en el gasto social, reflejan un clamor social que pide no solo la desaparición del actual gobierno, sino también elecciones libres y justas. A pesar de la retirada del controvertido presupuesto por parte del gobierno, las manifestaciones continúan, evidenciando que la corrupción está en el centro del debate político. Expertos apuntan a que Bulgaria se mantiene como el Estado miembro más pobre y corrupto de la UE, lo que añade a la presión social y a la creciente movilización de la juventud a través de redes sociales.
Este clima de descontento y exigencias por parte de la sociedad civil podrían alterar el rumbo de la política búlgara, donde la incertidumbre radica no solo en el futuro político interno, sino también en su contexto europeo, mientras continúan las luchas contra figuras influyentes vinculadas a escándalos de corrupción.