Progresista 80%Conservador 20%
Diez propuestas competirán por redefinir el antiguo Valle de los Caídos en un concurso de resignificación
El jurado eligió las finalistas que serán evaluadas para transformar el Valle de Cuelgamuros, con una decisión prevista para noviembre.
Publicado: 19 de agosto de 2025, 19:07
El Valle de Cuelgamuros, conocido históricamente como el Valle de los Caídos, está a punto de experimentar una transformación significativa con la elección de diez propuestas que competirán en un importante concurso de resignificación, cuyo jurado se reunirá en noviembre para determinar la propuesta ganadora. Este jurado está compuesto por miembros del Gobierno español, un representante de la Iglesia católica y expertos de renombre internacional como David Chipperfield y Cristina Iglesias.
Las propuestas, que evocan una nueva mirada hacia la memoria histórica, incluyen títulos como ‘El abrazo del 76’ y ‘Caminos de memoria’, y están inspiradas en monumentos reconocidos mundialmente. Este proceso viene a recontextualizar el Valle de Cuelgamuros, que ha sido un símbolo de la dictadura franquista; la exhumación de Franco en 2019 fue un momento clave para la revalorización de este sitio, ahora enfocado en una narrativa de memoria democrática.
El concurso refleja la intención del Gobierno de instaurar un relato que busque reconciliar el pasado con una representación más inclusiva de las vivencias de los españoles, aunque también suscita controversias sobre la permanencia de la cruz monumental y el uso religioso del lugar, que algunos consideran un obstáculo para el objetivo de despojarlo de su carácter franquista.
Las propuestas, que evocan una nueva mirada hacia la memoria histórica, incluyen títulos como ‘El abrazo del 76’ y ‘Caminos de memoria’, y están inspiradas en monumentos reconocidos mundialmente. Este proceso viene a recontextualizar el Valle de Cuelgamuros, que ha sido un símbolo de la dictadura franquista; la exhumación de Franco en 2019 fue un momento clave para la revalorización de este sitio, ahora enfocado en una narrativa de memoria democrática.
El concurso refleja la intención del Gobierno de instaurar un relato que busque reconciliar el pasado con una representación más inclusiva de las vivencias de los españoles, aunque también suscita controversias sobre la permanencia de la cruz monumental y el uso religioso del lugar, que algunos consideran un obstáculo para el objetivo de despojarlo de su carácter franquista.