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Detención de activista marroquí Ibtissam Lachgar por mostrar una camiseta que ofende a la religión islámica genera controversia en Marruecos
La activista y feminista ha sido objeto de amenazas tras publicar un mensaje provocador en redes sociales que desafía las normas culturales y religiosas de su país.
Publicado: 11 de agosto de 2025, 19:20
La detención de Ibtissam Lachgar, una destacada activista marroquí por los derechos del colectivo LGTBIQ+ y del feminismo, ha desatado un intenso debate social en Marruecos. Lachgar fue arrestada por la Fiscalía de Rabat después de que publicara en sus redes sociales una fotografía con una camiseta que llevaba la inscripción 'Alá es lesbiana'. Se enfrenta a posibles cargos de blasfemia bajo el artículo 262 del Código Penal marroquí, que castiga las ofensas a la religión islámica.
La imagen de Lachgar generó una ola de indignación y críticas en la sociedad marroquí, que está marcada por tensiones entre la modernidad y las tradiciones conservadoras. A pesar de que las críticas al islam no están explícitamente prohibidas por la ley, las ofensas a los símbolos religiosos son objeto de sanciones severas, lo que ha llevado a la activista a recibir miles de amenazas de violación y muerte. Lachgar ha respondido a estas intimidaciones con valentía, defendiendo su derecho a expresarse y cuestionando abiertamente los valores de la religión.
Este arresto pone en primer plano la continua necesidad de diálogo sobre la diversidad, la igualdad de género y los derechos humanos en Marruecos, un país que se debate entre la tradición y la modernidad. La reacción de la comunidad internacional y la presión por parte de organizaciones de derechos humanos serán claves para determinar el desarrollo de este caso.
La imagen de Lachgar generó una ola de indignación y críticas en la sociedad marroquí, que está marcada por tensiones entre la modernidad y las tradiciones conservadoras. A pesar de que las críticas al islam no están explícitamente prohibidas por la ley, las ofensas a los símbolos religiosos son objeto de sanciones severas, lo que ha llevado a la activista a recibir miles de amenazas de violación y muerte. Lachgar ha respondido a estas intimidaciones con valentía, defendiendo su derecho a expresarse y cuestionando abiertamente los valores de la religión.
Este arresto pone en primer plano la continua necesidad de diálogo sobre la diversidad, la igualdad de género y los derechos humanos en Marruecos, un país que se debate entre la tradición y la modernidad. La reacción de la comunidad internacional y la presión por parte de organizaciones de derechos humanos serán claves para determinar el desarrollo de este caso.