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Desarticulada una banda criminal que estafó más de 300.000 euros fingiendo ser agentes antifraude de bancos
La Policía Nacional detiene a cuatro personas tras investigar una compleja red de estafas por SMS que operaba en todo el país.
Publicado: 7 de diciembre de 2025, 23:25
Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro personas y desarticulado un grupo criminal que suplantaba hasta seis entidades bancarias a nivel nacional mediante el envío de mensajes de SMS. Esta organización logró estafar más de 300.000 euros entre julio y octubre de este año, obteniendo ganancias de hasta 76.000 euros mensuales. El 'modus operandi' de la banda consistía en alertar a las víctimas de un supuesto intento de fraude bancario y proporcionar un número de contacto para que los clientes pudieran resolver la incidencia.
Los delincuentes se hacían pasar por agentes del departamento antifraude del banco suplantado y extraían información sensible, incluyendo datos de doble autenticación, lo que les permitía validar operaciones desde los perfiles bancarios de las víctimas. Para ocultar las ganancias ilícitas, la organización contaba con una red de colaboradores en distintas partes del país que retiraban efectivo o traspasaban fondos a criptomonedas. La policía registró el domicilio del cabecilla en Cádiz, incautando el teléfono utilizado para realizar las estafas y dos kilos y medio de hachís ocultos en una nevera.
Los cuatro detenidos enfrentan múltiples cargos, incluyendo estafa continuada y pertenencia a grupo criminal. Este caso resalta la creciente preocupación sobre el uso de nuevas tecnologías en las estafas financieras y la necesidad de la Policía Nacional de desmantelar redes que se aprovechan de la confianza de los ciudadanos.
Los delincuentes se hacían pasar por agentes del departamento antifraude del banco suplantado y extraían información sensible, incluyendo datos de doble autenticación, lo que les permitía validar operaciones desde los perfiles bancarios de las víctimas. Para ocultar las ganancias ilícitas, la organización contaba con una red de colaboradores en distintas partes del país que retiraban efectivo o traspasaban fondos a criptomonedas. La policía registró el domicilio del cabecilla en Cádiz, incautando el teléfono utilizado para realizar las estafas y dos kilos y medio de hachís ocultos en una nevera.
Los cuatro detenidos enfrentan múltiples cargos, incluyendo estafa continuada y pertenencia a grupo criminal. Este caso resalta la creciente preocupación sobre el uso de nuevas tecnologías en las estafas financieras y la necesidad de la Policía Nacional de desmantelar redes que se aprovechan de la confianza de los ciudadanos.