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Crece la tensión en el Reino Unido con protestas contra el sistema de asilo y una respuesta organizada de contramanifestantes
Grupos de ultraderecha y antifascistas se enfrentan en diversas ciudades ante la crisis de los solicitantes de asilo y el descontento social
Publicado: 23 de agosto de 2025, 18:58
En el Reino Unido, el descontento sobre la gestión del sistema de asilo ha llevado a un aumento en las protestas y contramanifestaciones a lo largo del país. Diversos grupos de ultraderecha se han manifestado frente a hoteles que albergan a solicitantes de asilo, generando reacciones de defensores de los derechos de los refugiados. Estas manifestaciones han tenido lugar en ciudades como Bristol, Liverpool y Newcastle, creando tensiones que han requerido la intervención de la policía.
Uno de los catalizadores de estas manifestaciones ha sido una orden judicial que exige el desalojo de inmigrantes de un hotel en Epping Forest, lo que ha llevado a la ultraderecha a intentar replicar estas acciones. A pesar de los intentos de movilización, el número de manifestantes antiinmigrantes ha sido relativamente bajo, aunque el discurso inflamatorio de algunos líderes ha aumentado la tensión. A su vez, la respuesta del gobierno incluye la apelación a la orden de desalojo y nuevas medidas de control sobre el sistema de alojamiento de inmigrantes.
La situación refleja las tensiones más amplias en el Reino Unido sobre inmigración y asilo, donde se enfrenta una lucha ideológica a la realidad de las cifras, impulsando la necesidad de encontrar un equilibrio en un contexto cada vez más polarizado.
Uno de los catalizadores de estas manifestaciones ha sido una orden judicial que exige el desalojo de inmigrantes de un hotel en Epping Forest, lo que ha llevado a la ultraderecha a intentar replicar estas acciones. A pesar de los intentos de movilización, el número de manifestantes antiinmigrantes ha sido relativamente bajo, aunque el discurso inflamatorio de algunos líderes ha aumentado la tensión. A su vez, la respuesta del gobierno incluye la apelación a la orden de desalojo y nuevas medidas de control sobre el sistema de alojamiento de inmigrantes.
La situación refleja las tensiones más amplias en el Reino Unido sobre inmigración y asilo, donde se enfrenta una lucha ideológica a la realidad de las cifras, impulsando la necesidad de encontrar un equilibrio en un contexto cada vez más polarizado.