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Controversia en torno a las sanciones de España a Israel en medio de la crisis de Gaza
El gobierno de Sánchez enfrenta críticas por su enfoque ante la ocupación israelí y las recientes declaraciones de Netanyahu.
Publicado: 15 de septiembre de 2025, 06:37
En el contexto de la escalada de violencia en Gaza y Cisjordania, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha denunciado al gobierno español por lo que califica como una 'amenaza genocida' hacia Israel. Esta acusación surge después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizara declaraciones sobre la ausencia de armas nucleares en España, que Netanyahu interpretó de manera alarmista. A su vez, Netanyahu se encuentra bajo severas críticas internacionales por las acciones de su gobierno, que incluyen el ataque y la limpieza étnica contra palestinos en Gaza y Cisjordania.
Mientras tanto, el gobierno español ha tomado medidas que, aunque son vistas como un intento de condenar el genocidio en Gaza, son cuestionadas por su efectividad. El pasado 9 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobó sanciones que prohíben la entrada en España de ciertos funcionarios israelíes, como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, ambos asociados con el extremismo y la violencia contra la población palestina. Sin embargo, tanto Netanyahu como el ministro de Defensa Israel Katz han quedado fuera de esta lista, lo que ha generado críticas sobre la falta de rigor en las sanciones.
La decisión de no incluir a Netanyahu se justifica mediante la existencia de una orden internacional de arresto en su contra por crímenes de guerra. El gobierno de Sánchez parece temer que un enfrentamiento más directo con Netanyahu y Katz perjudique las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel y sus aliados, en especial Estados Unidos. En este sentido, España, que históricamente ha tratado de posicionarse como defensora de los derechos humanos, enfrenta una disyuntiva delicada entre actuar con firmeza contra la ocupación israelí y no alterar las relaciones críticas con Estados Unidos.
Mientras tanto, el gobierno español ha tomado medidas que, aunque son vistas como un intento de condenar el genocidio en Gaza, son cuestionadas por su efectividad. El pasado 9 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobó sanciones que prohíben la entrada en España de ciertos funcionarios israelíes, como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, ambos asociados con el extremismo y la violencia contra la población palestina. Sin embargo, tanto Netanyahu como el ministro de Defensa Israel Katz han quedado fuera de esta lista, lo que ha generado críticas sobre la falta de rigor en las sanciones.
La decisión de no incluir a Netanyahu se justifica mediante la existencia de una orden internacional de arresto en su contra por crímenes de guerra. El gobierno de Sánchez parece temer que un enfrentamiento más directo con Netanyahu y Katz perjudique las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel y sus aliados, en especial Estados Unidos. En este sentido, España, que históricamente ha tratado de posicionarse como defensora de los derechos humanos, enfrenta una disyuntiva delicada entre actuar con firmeza contra la ocupación israelí y no alterar las relaciones críticas con Estados Unidos.