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Condenan a prisión permanente a una mujer por el asesinato de su exsuegro en un incendio en Ibiza
La Audiencia de Baleares estima que el crimen fue cometido con alevosía y que la condenada deberá indemnizar a la familia del fallecido.
Publicado: 12 de diciembre de 2025, 03:56
La Audiencia Provincial de Baleares ha impuesto una condena de prisión permanente revisable a una mujer por el asesinato de un anciano de 77 años tras incendiar su hogar en Ibiza. Este caso ha captado la atención no solo por la brutalidad del crimen, sino también porque marca un precedente al ser la primera condena de este tipo en la isla.
Los hechos ocurrieron en 2023 cuando la acusada, de manera premeditada, inició el fuego en la casa del fallecido mientras él dormía. La sentencia, anunciada el 11 de diciembre de 2025, señala que la mujer no podrá acceder al tercer grado hasta cumplir al menos 15 años de prisión, ni disfrutará de permisos de salida hasta haber estado detenida durante 8 años.
El tribunal determinó que la condenada debe indemnizar a la viuda del anciano con un total de 86.484,01 euros y a cada uno de sus hijos con 62.268,49 euros. Además, debe afrontar el costo de los daños causados por el incendio, ascendiendo a 48.380,45 euros. A pesar de que se reconoció un trastorno esquizoafectivo, el jurado ratificó su responsabilidad en el crimen, concluyendo que las capacidades de la acusada, aunque afectadas, no estaban completamente anuladas.
Los hechos ocurrieron en 2023 cuando la acusada, de manera premeditada, inició el fuego en la casa del fallecido mientras él dormía. La sentencia, anunciada el 11 de diciembre de 2025, señala que la mujer no podrá acceder al tercer grado hasta cumplir al menos 15 años de prisión, ni disfrutará de permisos de salida hasta haber estado detenida durante 8 años.
El tribunal determinó que la condenada debe indemnizar a la viuda del anciano con un total de 86.484,01 euros y a cada uno de sus hijos con 62.268,49 euros. Además, debe afrontar el costo de los daños causados por el incendio, ascendiendo a 48.380,45 euros. A pesar de que se reconoció un trastorno esquizoafectivo, el jurado ratificó su responsabilidad en el crimen, concluyendo que las capacidades de la acusada, aunque afectadas, no estaban completamente anuladas.