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Científicos revelan que la patata evolucionó a partir del tomate hace 9 millones de años, desentrañando su historia genética.

Un descubrimiento sobre la hibridación entre especies en Suramérica ilumina el pasado y futuro de un cultivo vital.

Publicado: 31 de julio de 2025, 19:39

Un reciente estudio internacional ha puesto de manifiesto que las patatas, uno de los cultivos más importantes del mundo, evolucionaron a partir del tomate hace aproximadamente nueve millones de años. Este descubrimiento, liderado por un equipo de la Academia China de Ciencias Agrícolas, sugiere que un cruce natural entre plantas de tomate y especies similares a la patata en Suramérica dio origen a este importante tubérculo. Los hallazgos fueron publicados en la revista Cell y revelan la conexión genética más fuerte entre las plantas de patata modernas y los tomates.


El análisis de genomas ha permitido identificar genes críticos que controlan la formación de tubérculos, como el gen SP6A, proveniente del linaje del tomate. Este cruce no solo tiene relevancia biológica, sino que también podría tener implicaciones significativas en la producción agrícola global. Huang, líder del estudio, enfatiza que la mejora de la producción de patatas es crucial en el contexto de la creciente demanda alimentaria mundial, en especial para China, el mayor productor de este cultivo.


Un equipo de investigadores ha analizado 450 genomas de patatas cultivadas y 56 de especies silvestres para entender mejor este proceso evolutivo. Estos análisis han confirmado la existencia de una mezcla equilibrada de material genético tanto de tomates como de plantas del grupo Etuberosum, lo que indica una hibridación que permitió a las patatas desarrollar su característico tubérculo.


Según Sanwen Huang, uno de los autores del estudio, “nuestros hallazgos muestran cómo un evento de hibridación entre especies puede desencadenar la evolución de nuevos rasgos, lo que permite que surjan aún más especies”. Este antiguo evento evolutivo no solo ha permitido la creación de tubérculos, sino que también ha dotado a la patata de ventajas evolutivas significativas. La evolución del tubérculo tuvo una gran ventaja en ambientes hostiles, facilitando la adaptación a las cambiantes condiciones ecológicas.


Esta investigación también ha sacado a la luz el vínculo entre la formación de los andes y el origen de la patata, destacando cómo el clima frío y seco favoreció el desarrollo de este cultivo. Los investigadores realizaron un seguimiento exhaustivo de cómo estos cambios climáticos y tectónicos influyeron en la evolución de la patata, demostrando que la hibridación y la adaptación fueron cruciales para su éxito como cultivo, especialmente en los Andes donde han encontrado condiciones favorables para prosperar.


Este estudio, por lo tanto, no solo resuelve un antiguo enigma sobre el origen de la patata, sino que también abre nuevas vías para mejorar la diversidad genética de este cultivo esencial para la seguridad alimentaria a nivel global.