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China, Rusia e Irán: Tensión geopolítica por los bombardeos de EE.UU. y el posible cierre del estrecho de Ormuz

Pekín condena la agresión estadounidense mientras busca medidas para evitar un impacto en el suministro energético global.

Publicado: 23 de junio de 2025, 12:23

Las recientes acciones militares de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán han desencadenado una respuesta contundente de la comunidad internacional, particularmente de aliados de Irán como China y Rusia. La intervención estadounidense ha sido condenada enérgicamente por Pekín, que ve en estos actos una violación grave de la soberanía iraní y un azote a la estabilidad en Oriente Próximo. China ha instado a la cooperación internacional y ha propuesto un alto el fuego inmediato entre las partes en conflicto.



Simultáneamente, la situación podría tener repercusiones económicas significativas. El Parlamento iraní ha solicitado el bloqueo del estrecho de Ormuz, un paso marítimo crucial que canaliza aproximadamente el 20% del petróleo mundial. El cierre de este estrecho podría disparar los precios del petróleo, afectando en gran medida a economías dependientes del crudo, siendo China una de las más vulnerables, ya que absorbe el 90% de las exportaciones iraníes de petróleo. El portavoz de la cancillería china, Guo Jiakun, ha afirmado que "mantener la seguridad y estabilidad en la región representa un interés común para la comunidad internacional", y ha hecho un llamamiento a intensificar esfuerzos para evitar un impacto en el desarrollo económico mundial. La crítica situación que enfrenta Irán se ve atribuida a un círculo vicioso en el que las agresiones externas llevan a medidas retaliatorias.



La alianza entre China e Irán sigue siendo fundamental, aunque la falta de apoyo militar concreto por parte de Pekín puede revelar las limitaciones de esta relación. Mientras el futuro del estrecho de Ormuz y la estabilidad de la región continúan siendo temas críticos, la comunidad internacional deberá atender seriamente los llamados de mediación de China, quien ha propuesto una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU junto con Rusia y Pakistán para exigir un “alto al fuego inmediato e incondicional” entre Irán y Estados Unidos. Además, las advertencias de expertos sugieren que un cierre prolongado del estrecho podría llevar a un aumento de los precios del petróleo por encima de los 100 dólares por barril, afectando enormemente a economías globales.



El tren que desafía a Occidente, mientras la tensión persiste, ha llevado a China a reforzar su influencia en la región a través de la inauguración de una nueva ruta férrea que conecta Irán con su mercado, permitiendo a Teherán exportar petróleo a su principal cliente sin depender de los tráficos marítimos vulnerables. Esto marca un cambio geopolítico significativo, mejorando las relaciones entre estas naciones en un contexto de creciente aversión hacia las políticas de presión de EE.UU. El futuro del estrecho de Ormuz y la estabilidad de la región son temas que seguirán trayendo preocupación para la comunidad internacional.