Progresista 69.1%Conservador 30.9%
Catherine Connolly se convierte en la nueva presidenta de Irlanda marcando un hito para la política de izquierda del país
La candidata independiente Catherine Connolly obtiene el 63,4% de los votos, demostrando un cambio en el bipartidismo irlandés.
Publicado: 26 de octubre de 2025, 19:45
Catherine Connolly se ha proclamado ganadora de las elecciones presidenciales en Irlanda, convirtiéndose en la primera mujer de izquierda en alcanzar este cargo con un 63,4% de los votos. Su triunfo no solo representa un cambio hacia la izquierda en un país dominado históricamente por partidos de centroderecha, sino que también resuena con las preocupaciones sociales de los jóvenes en torno a la crisis de vivienda y las oportunidades laborales.
La participación electoral aumentó al 45,8%, evidenciando el creciente interés por el cambio político. Connolly, quien ha prometido ser presidenta de todos los irlandeses, se ha posicionado en contra de la militarización de la Unión Europea y la violencia en conflictos internacionales. Este cambio ha sido bien recibido por los líderes de partidos que apoyaron su candidatura, viendo en su victoria una oportunidad para un nuevo tipo de política en Irlanda.
La importancia de su elección trasciende el resultado electoral, ya que representa el deseo de los irlandeses de cambiar el statu quo. Connolly se convierte en la décima presidenta de Irlanda y la tercera mujer en asumir este cargo, lo cual podría influir en la política del país en los próximos años.
La participación electoral aumentó al 45,8%, evidenciando el creciente interés por el cambio político. Connolly, quien ha prometido ser presidenta de todos los irlandeses, se ha posicionado en contra de la militarización de la Unión Europea y la violencia en conflictos internacionales. Este cambio ha sido bien recibido por los líderes de partidos que apoyaron su candidatura, viendo en su victoria una oportunidad para un nuevo tipo de política en Irlanda.
La importancia de su elección trasciende el resultado electoral, ya que representa el deseo de los irlandeses de cambiar el statu quo. Connolly se convierte en la décima presidenta de Irlanda y la tercera mujer en asumir este cargo, lo cual podría influir en la política del país en los próximos años.