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Călin Georgescu, excandidato presidencial rumano, enfrenta juicio por intento de golpe de Estado y desestabilización del orden constitucional
Las acusaciones incluyen la creación de un grupo paramilitar y la difusión de información falsa tras la anulación de las elecciones de 2024.
Publicado: 17 de septiembre de 2025, 12:26
Călin Georgescu, un político ultranacionalista y excandidato a la presidencia de Rumanía, se enfrenta a graves acusaciones de intentar llevar a cabo un golpe de Estado. La Fiscalía lo ha enviado a juicio por organizar un grupo paramilitar con el fin de desestabilizar el orden constitucional tras la anulación de las elecciones de 2024 por presunta injerencia rusa. Las protestas masivas han reflejado el descontento de la población ante las acusaciones de fraude, y Georgescu ha sostenido su popularidad gracias a un discurso populista impulsado en redes sociales.
Los cargos contra Georgescu se agravan debido a planes clandestinos que incluyen la organización de protestas violentas y la difusión de información falsa con el propósito de crear miedo en la población, y además enfrenta otros procesos judiciales relacionados con la formación de un grupo armado. Recientes pruebas han revelado conversaciones interceptadas donde se planificaban acciones violentas, y se considera que la situación ha escalado peligrosamente, poniendo en riesgo la seguridad nacional de Rumanía.
El Tribunal de Apelación de Bucarest decidirá el futuro judicial de Georgescu y sus asociados, lo que se sitúa en un momento crítico para la democracia en el país. Ante la dureza política actual, se recuerda a las perturbaciones que precedieron la caída del régimen comunista de 1989.
Los cargos contra Georgescu se agravan debido a planes clandestinos que incluyen la organización de protestas violentas y la difusión de información falsa con el propósito de crear miedo en la población, y además enfrenta otros procesos judiciales relacionados con la formación de un grupo armado. Recientes pruebas han revelado conversaciones interceptadas donde se planificaban acciones violentas, y se considera que la situación ha escalado peligrosamente, poniendo en riesgo la seguridad nacional de Rumanía.
El Tribunal de Apelación de Bucarest decidirá el futuro judicial de Georgescu y sus asociados, lo que se sitúa en un momento crítico para la democracia en el país. Ante la dureza política actual, se recuerda a las perturbaciones que precedieron la caída del régimen comunista de 1989.