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Budapest se prepara para la cumbre entre Trump y Putin en medio de tensiones por la orden de arresto a Vladimir Putin
Orbán asegura la seguridad de Putin para el encuentro, a pesar de las preocupaciones internacionales sobre su arresto.
Publicado: 17 de octubre de 2025, 19:15
La próxima reunión entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, en Budapest ha generado un intenso debate sobre las implicaciones legales y políticas de este encuentro. Tras una llamada telefónica entre ambos líderes, se ha acordado celebrar la cumbre en un país que, a pesar de ser miembro de la Unión Europea, presenta contradicciones en su relación con la Corte Penal Internacional, donde Putin enfrenta una orden de arresto por crímenes de guerra relacionados con el conflicto en Ucrania.
Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, ha garantizado la seguridad de Putin durante su viaje, destacando que Hungría es el único Estado de la UE que no tiene prohibiciones formales para la entrada de líderes rusos, ya que se encuentra en proceso de retirarse de la CPI hasta 2026. La respuesta de Orbán se considera un claro alineamiento con el Kremlin, en un contexto donde Hungría ha aprobado previamente medidas que son vistas como favorables hacia Rusia.
La Comisión Europea ha expresado que aunque la situación es compleja, acogerá cualquier iniciativa que busque una paz duradera para Ucrania. Se ha enfatizado que cada Estado miembro tiene la autoridad sobre su espacio aéreo, lo que permitirá que la cumbre se lleve a cabo. Sin embargo, el encuentro presenta desafíos logísticos significativos, y la llegada de Putin podría ser vista como un debilitamiento del esfuerzo colectivo de la UE por aislar al presidente ruso, mientras que Trump busca posicionarse como un mediador en la crisis ucraniana. Orbán ha manifestado que su país ofrece un entorno seguro para la cumbre, lo que refuerza su perfil como líder internacional y podría jugar a su favor en las elecciones de 2026. Además, desde Budapest se afirma que la logística del viaje es complicada, lo que obliga al Kremlin a considerar rutas aéreas excepcionales para evitar cumplir con la orden del TPI. Trump y Orbán han coincidido en que la reunión puede ser crucial para la paz, mientras se gestan conversaciones paralelas entre los ministros de Exteriores de Rusia y EE.UU..La situación no solo refleja tensiones internas en la UE, sino también la intención de Orbán de utilizar la cumbre como un medio para afianzar su liderazgo dentro del bloque y desmarcarse del resto de los países europeos.
Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, ha garantizado la seguridad de Putin durante su viaje, destacando que Hungría es el único Estado de la UE que no tiene prohibiciones formales para la entrada de líderes rusos, ya que se encuentra en proceso de retirarse de la CPI hasta 2026. La respuesta de Orbán se considera un claro alineamiento con el Kremlin, en un contexto donde Hungría ha aprobado previamente medidas que son vistas como favorables hacia Rusia.
La Comisión Europea ha expresado que aunque la situación es compleja, acogerá cualquier iniciativa que busque una paz duradera para Ucrania. Se ha enfatizado que cada Estado miembro tiene la autoridad sobre su espacio aéreo, lo que permitirá que la cumbre se lleve a cabo. Sin embargo, el encuentro presenta desafíos logísticos significativos, y la llegada de Putin podría ser vista como un debilitamiento del esfuerzo colectivo de la UE por aislar al presidente ruso, mientras que Trump busca posicionarse como un mediador en la crisis ucraniana. Orbán ha manifestado que su país ofrece un entorno seguro para la cumbre, lo que refuerza su perfil como líder internacional y podría jugar a su favor en las elecciones de 2026. Además, desde Budapest se afirma que la logística del viaje es complicada, lo que obliga al Kremlin a considerar rutas aéreas excepcionales para evitar cumplir con la orden del TPI. Trump y Orbán han coincidido en que la reunión puede ser crucial para la paz, mientras se gestan conversaciones paralelas entre los ministros de Exteriores de Rusia y EE.UU..La situación no solo refleja tensiones internas en la UE, sino también la intención de Orbán de utilizar la cumbre como un medio para afianzar su liderazgo dentro del bloque y desmarcarse del resto de los países europeos.