Progresista 55%Conservador 45%
BBVA atribuye el fracaso de su OPA sobre Banco Sabadell a factores económicos y la presión del Gobierno
El presidente Carlos Torres rechaza dimitir y defiende la oferta, a pesar de la escasa aceptación entre los accionistas.
Publicado: 18 de octubre de 2025, 11:55
El reciente intento del BBVA de adquirir el Banco Sabadell ha culminado en un notable fracaso, con sólo un 26% de los accionistas del banco catalán apoyando la OPA. Carlos Torres, presidente del BBVA, ha señalado que este revés se debe a diversos factores, aunque ha enfatizado que no dimitirá como resultado de la situación. Una de las razones citadas es la creación de expectativas sobre una segunda OPA, que pudo haber influido en la decisión de los accionistas minoritarios de no suscribirse a la oferta.
Entre las causas del fracaso se encuentran las condiciones impuestas por el Gobierno español, las cuales generaron dudas entre los inversores. Aunque la operación había sido autorizada por la CNMC, los requisitos adicionales, como mantener al Sabadell como entidad autónoma por tres años, complicaron la situación. Este escenario está respaldado por el análisis del mercado, donde las acciones del BBVA han subido casi un 6% tras el fracaso de la OPA, representando un crecimiento cercano a 5.400 millones de euros en su capitalización bursátil, mientras que el valor de Banco Sabadell se redujo en más de 1.100 millones, con un descenso cercano al 7% en sus acciones.
Los analistas han destacado que BBVA sale reforzado del fracaso de la OPA, ganando flexibilidad y enviando un mensaje claro al mercado. El banco ha planeado retomar un programa de recompra de acciones de más de 900 millones de euros, que había sido pospuesto, y ha confirmado un dividendo de 0,32 euros por acción, un 10,3% más que en 2024. Esto es parte de un enfoque estratégico que busca establecer un crecimiento orgánico hasta 2028. A su vez, se anticipa que BBVA mantenga su rentabilidad en el mercado, si logra cumplir con sus promesas en un entorno competitivo.
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha señalado que los resultados de la OPA demuestran la fortaleza del banco en solitario y han permitido reavivar el interés por su futuro. El Sabadell está ahora en un proceso de reestructuración y alianzas potenciales, buscando reforzar su posición en el mercado español tras la reciente venta de su filial TSB. Este movimiento ha sido crucial para mantener su independencia con una promesa de retribución a los accionistas que incluye un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros hasta 2027, incluso después de haber perdido una de sus principales fuentes de beneficios, la filial británica.
Mientras ambos bancos se reorientan hacia sus respectivas estrategias, la presión del entorno macroeconómico y las expectativas del mercado seguirán jugando un papel vital. Este revés también lleva a BBVA a reevaluar sus estrategias de adquisición y a determinar si se lanzará en la búsqueda de nuevas oportunidades, aunque con un enfoque menos dependiente de fusiones. Los resultados financieros de ambos bancos serán clave para determinar su evolución en los próximos meses, con un enfoque en demostrar sostenibilidad y crecimiento, en un sector bancario que enfrenta desafíos en Europa, como tipos altos y presión sobre márgenes.
Entre las causas del fracaso se encuentran las condiciones impuestas por el Gobierno español, las cuales generaron dudas entre los inversores. Aunque la operación había sido autorizada por la CNMC, los requisitos adicionales, como mantener al Sabadell como entidad autónoma por tres años, complicaron la situación. Este escenario está respaldado por el análisis del mercado, donde las acciones del BBVA han subido casi un 6% tras el fracaso de la OPA, representando un crecimiento cercano a 5.400 millones de euros en su capitalización bursátil, mientras que el valor de Banco Sabadell se redujo en más de 1.100 millones, con un descenso cercano al 7% en sus acciones.
Los analistas han destacado que BBVA sale reforzado del fracaso de la OPA, ganando flexibilidad y enviando un mensaje claro al mercado. El banco ha planeado retomar un programa de recompra de acciones de más de 900 millones de euros, que había sido pospuesto, y ha confirmado un dividendo de 0,32 euros por acción, un 10,3% más que en 2024. Esto es parte de un enfoque estratégico que busca establecer un crecimiento orgánico hasta 2028. A su vez, se anticipa que BBVA mantenga su rentabilidad en el mercado, si logra cumplir con sus promesas en un entorno competitivo.
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha señalado que los resultados de la OPA demuestran la fortaleza del banco en solitario y han permitido reavivar el interés por su futuro. El Sabadell está ahora en un proceso de reestructuración y alianzas potenciales, buscando reforzar su posición en el mercado español tras la reciente venta de su filial TSB. Este movimiento ha sido crucial para mantener su independencia con una promesa de retribución a los accionistas que incluye un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros hasta 2027, incluso después de haber perdido una de sus principales fuentes de beneficios, la filial británica.
Mientras ambos bancos se reorientan hacia sus respectivas estrategias, la presión del entorno macroeconómico y las expectativas del mercado seguirán jugando un papel vital. Este revés también lleva a BBVA a reevaluar sus estrategias de adquisición y a determinar si se lanzará en la búsqueda de nuevas oportunidades, aunque con un enfoque menos dependiente de fusiones. Los resultados financieros de ambos bancos serán clave para determinar su evolución en los próximos meses, con un enfoque en demostrar sostenibilidad y crecimiento, en un sector bancario que enfrenta desafíos en Europa, como tipos altos y presión sobre márgenes.