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Barcelona moderniza su puerto con la demolición de tres terminales de cruceros y la construcción de una nueva más eficiente
El nuevo acuerdo entre el Ayuntamiento y el Port busca mejorar la sostenibilidad y la movilidad de los pasajeros cruceristas en la ciudad.
Publicado: 17 de julio de 2025, 12:48
En un importante acuerdo firmado entre el Port de Barcelona y el Ayuntamiento, se han delineado los planes para la demolición de tres terminales de cruceros existentes (A, B y C) y la construcción de una nueva terminal de última generación. Este proyecto, que se desarrollará entre 2026 y 2030, busca no solo mejorar la capacidad operativa del puerto, sino también mitigar el impacto ambiental y social de la actividad crucerista en la ciudad.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el presidente del Port, José Alberto Carbonell, presentaron el convenio en una rueda de prensa reciente. Según el acuerdo, el número de terminales en el puerto disminuirá de siete a cinco. La nueva terminal permitirá recibir hasta 7.000 pasajeros a la vez, aunque el total de capacidad de las terminales disminuirá en un 16% con los nuevos cambios, en un esfuerzo por controlar el crecimiento del turismo de cruceros y sus efectos colaterales en la vida diaria de Barcelona.
Desde 2018, el puerto ha visto un incremento del 20% en el número de cruceristas, lo que ha generado preocupaciones sobre el impacto en la movilidad urbana y en la calidad de vida de los residentes. Este acuerdo es un reflejo de las conversaciones que se han mantenido durante más de un año entre el Ayuntamiento y el Port, buscando reducir el impacto ambiental y social de los cruceros y modernizar la infraestructura portuaria de manera responsable.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el presidente del Port, José Alberto Carbonell, presentaron el convenio en una rueda de prensa reciente. Según el acuerdo, el número de terminales en el puerto disminuirá de siete a cinco. La nueva terminal permitirá recibir hasta 7.000 pasajeros a la vez, aunque el total de capacidad de las terminales disminuirá en un 16% con los nuevos cambios, en un esfuerzo por controlar el crecimiento del turismo de cruceros y sus efectos colaterales en la vida diaria de Barcelona.
Desde 2018, el puerto ha visto un incremento del 20% en el número de cruceristas, lo que ha generado preocupaciones sobre el impacto en la movilidad urbana y en la calidad de vida de los residentes. Este acuerdo es un reflejo de las conversaciones que se han mantenido durante más de un año entre el Ayuntamiento y el Port, buscando reducir el impacto ambiental y social de los cruceros y modernizar la infraestructura portuaria de manera responsable.