Progresista 65%Conservador 35%
Avanza el juicio a Jair Bolsonaro mientras el Congreso debate una amnistía que podría beneficiarlo y a sus seguidores
La defensa niega las acusaciones de intento de golpe de Estado y se discute la posibilidad de otorgar amnistía a los implicados en los disturbios de enero de 2023.
Publicado: 4 de septiembre de 2025, 20:57
El juicio contra Jair Bolsonaro, el ex presidente brasileño acusado de participar en un complot golpista, está en su fase final, con la sentencia prevista para el 12 de septiembre de 2025. Mientras tanto, un movimiento político en el Congreso avanza en la discusión de una ley de amnistía que podría favorecer tanto al ex presidente como a los manifestantes que participaron en los desmanes del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores asaltaron las instituciones en Brasilia.
La defensa de Bolsonaro ha rechazado las acusaciones, argumentando que no existen pruebas sólidas que demuestren su participación en la supuesta conspiración. Según los abogados, los testimonios de algunos colaboradores fueron manipulados y no se puede establecer una vinculación clara con los eventos del 8 de enero. Un abogado de la defensa, Celso Vilardi, proclamó ante la Corte Suprema que 'no hay nada, no existe absolutamente nada contra Bolsonaro'. Sin embargo, el fiscal general, Paulo Gonet, ha presentado un caso que incluye acusaciones graves, incluso planes para asesinar a Lula, el actual presidente, y otros líderes políticos.
En paralelo, varios partidos en el Congreso brasileño han comenzado a discutir una amnistía que, aunque originalmente estaba destinada a los manifestantes, podría incluir también a Bolsonaro, en un intento por consolidar su apoyo en el legislativo. Esta iniciativa se intensifica a pesar de la presión que enfrenta el juez Alexandre de Moraes, relator del proceso, por parte de figuras políticas y de la administración estadounidense.
La defensa de Bolsonaro ha rechazado las acusaciones, argumentando que no existen pruebas sólidas que demuestren su participación en la supuesta conspiración. Según los abogados, los testimonios de algunos colaboradores fueron manipulados y no se puede establecer una vinculación clara con los eventos del 8 de enero. Un abogado de la defensa, Celso Vilardi, proclamó ante la Corte Suprema que 'no hay nada, no existe absolutamente nada contra Bolsonaro'. Sin embargo, el fiscal general, Paulo Gonet, ha presentado un caso que incluye acusaciones graves, incluso planes para asesinar a Lula, el actual presidente, y otros líderes políticos.
En paralelo, varios partidos en el Congreso brasileño han comenzado a discutir una amnistía que, aunque originalmente estaba destinada a los manifestantes, podría incluir también a Bolsonaro, en un intento por consolidar su apoyo en el legislativo. Esta iniciativa se intensifica a pesar de la presión que enfrenta el juez Alexandre de Moraes, relator del proceso, por parte de figuras políticas y de la administración estadounidense.