Progresista 85.71%Conservador 14.29%
Australia acusa a Irán de orquestar ataques antisemitas y expulsa a su embajador en un acto diplomático sin precedentes
El primer ministro Albanese denuncia actos de agresión que buscan socavar la cohesión social y advierte sobre la creciente ola de antisemitismo en el país.
Publicado: 26 de agosto de 2025, 12:00
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, anunció el 26 de agosto de 2025 la expulsión del embajador iraní, Ahmad Sadeghi, tras acusar al gobierno de Irán de ser responsable de varios ataques antisemitas en Sídney y Melbourne. Este hecho marca la primera expulsión desde la Segunda Guerra Mundial y ha sido acompañado por la declaración de la Guardia Revolucionaria Iraní como organización terrorista. Albanese destacó que los ataques buscaban socavar la cohesión social en un país multicultural donde el antisemitismo ha ido en aumento.
Durante su declaración, Albanese mencionó que los ataques incluyen el incendio de la sinagoga Adass Israel en Melbourne y un ataque en el restaurante Continental Kitchen en Sídney, ambos ocurridos en los últimos meses. La ASIO (Agencia de Inteligencia de Seguridad de Australia) ha confirmado que Irán estuvo detrás de algunos de estos ataques, derivando en la decisión de expulsar al embajador y otros tres funcionarios de su legación, quienes deberán dejar el país en un plazo de siete días. La ministra de Exteriores, Penny Wong, detalló que esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para proteger a la comunidad judía australiana y responder a las amenazas de agresión.
A medida que se intensifican las tensiones, el gobierno australiano ha recomendado a sus ciudadanos no viajar a Irán y ha solicitado el regreso inmediato de aquellos que se encuentren en el país persa. La comunidad judía australiana ha reportado un aumento en las agresiones antisemitas, desatando un debate sobre la cohesión social y el impacto de los conflictos internacionales. Irán ha rechazado las acusaciones, denunciando que la decisión de expulsar a su embajador responde a motivos internos australianos vinculados con el conflicto palestino-israelí. La situación ha generado un clima de incertidumbre en las relaciones bilaterales y la seguridad de las comunidades judías en Australia.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, las autoridades australianas han informado un aumento significativo en los incidentes antisemitas, con más de 2.000 reportes registrados el año pasado, en comparación con los años anteriores. Los ataques definen una nueva etapa en las relaciones de Australia con Irán, marcadas por un creciente aislamiento y tensiones diplomáticas. Albanese ha calificado estos actos como "extraordinarios y peligrosos de agresión orquestados por una nación extranjera en suelo australiano". La tensión también se refleja en el llamado a mantener una vigilancia estricta sobre la comunidad judía y a implementar medidas que fortalezcan la seguridad pública.
Durante su declaración, Albanese mencionó que los ataques incluyen el incendio de la sinagoga Adass Israel en Melbourne y un ataque en el restaurante Continental Kitchen en Sídney, ambos ocurridos en los últimos meses. La ASIO (Agencia de Inteligencia de Seguridad de Australia) ha confirmado que Irán estuvo detrás de algunos de estos ataques, derivando en la decisión de expulsar al embajador y otros tres funcionarios de su legación, quienes deberán dejar el país en un plazo de siete días. La ministra de Exteriores, Penny Wong, detalló que esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para proteger a la comunidad judía australiana y responder a las amenazas de agresión.
A medida que se intensifican las tensiones, el gobierno australiano ha recomendado a sus ciudadanos no viajar a Irán y ha solicitado el regreso inmediato de aquellos que se encuentren en el país persa. La comunidad judía australiana ha reportado un aumento en las agresiones antisemitas, desatando un debate sobre la cohesión social y el impacto de los conflictos internacionales. Irán ha rechazado las acusaciones, denunciando que la decisión de expulsar a su embajador responde a motivos internos australianos vinculados con el conflicto palestino-israelí. La situación ha generado un clima de incertidumbre en las relaciones bilaterales y la seguridad de las comunidades judías en Australia.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, las autoridades australianas han informado un aumento significativo en los incidentes antisemitas, con más de 2.000 reportes registrados el año pasado, en comparación con los años anteriores. Los ataques definen una nueva etapa en las relaciones de Australia con Irán, marcadas por un creciente aislamiento y tensiones diplomáticas. Albanese ha calificado estos actos como "extraordinarios y peligrosos de agresión orquestados por una nación extranjera en suelo australiano". La tensión también se refleja en el llamado a mantener una vigilancia estricta sobre la comunidad judía y a implementar medidas que fortalezcan la seguridad pública.