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Ataque suicida del Estado Islámico en Damasco deja al menos 13 muertos en una iglesia cristiana
Un atacante detonó su chaleco explosivo durante la misa, generando múltiples víctimas y resaltando la amenaza persistente del grupo terrorista en Siria.
Publicado: 22 de junio de 2025, 19:02
Este domingo, un ataque suicida en la iglesia cristiana de Mar Elías, en Damasco, dejó al menos 22 muertos y 63 heridos. Ejecutado por un atacante del Estado Islámico, quien abrió fuego contra la multitud antes de detonar su explosivo, el ataque señala un preocupante resurgimiento de la violencia sectaria en Siria. Las autoridades sirias, que también han confirmado la gravedad de la situación, han atribuido este ataque a un contexto más amplio donde el EI continúa siendo una amenaza activa.
Estos eventos han llevado a líderes internacionales, incluido el embajador de Estados Unidos para Siria, a condenar el ataque y resaltar la necesidad de un refuerzo en la seguridad de los lugares de culto. La Gobernación de Damasco, por su parte, ha expresado su alarma frente a lo que ha calificado de "atentado cobarde" y ha confirmado que ya se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para el esclarecimiento de los hechos. La presencia de yihadistas en la región sur de Damasco, como han denunciado activistas de derechos humanos, sigue siendo motivo de grave preocupación. La situación de seguridad se torna insostenible, evidenciando que la lucha contra el extremismo aún está lejos de ser ganada en Siria.
La defensa civil siria, encargada de atender a las víctimas tras el ataque que se llevó a cabo durante la misa del domingo, ha indicado que el número de víctimas fatales podría ser mayor a lo que se comunicó inicialmente, reportando cifras de hasta 19 muertes en algunos informes. La preocupación aumenta en una nación que, a pesar de los esfuerzos por desmantelar células terroristas, sigue enfrentando viejos fantasmas en medio de un complejo equilibrio de poder que podría contribuir a un incremento en la violencia.
Estos eventos han llevado a líderes internacionales, incluido el embajador de Estados Unidos para Siria, a condenar el ataque y resaltar la necesidad de un refuerzo en la seguridad de los lugares de culto. La Gobernación de Damasco, por su parte, ha expresado su alarma frente a lo que ha calificado de "atentado cobarde" y ha confirmado que ya se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para el esclarecimiento de los hechos. La presencia de yihadistas en la región sur de Damasco, como han denunciado activistas de derechos humanos, sigue siendo motivo de grave preocupación. La situación de seguridad se torna insostenible, evidenciando que la lucha contra el extremismo aún está lejos de ser ganada en Siria.