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Asturias se conmociona tras la muerte de dos mineros en un accidente en Cangas del Narcea, tras un reciente reabrimiento de la mina.
Los fallecidos son Anilson Soares y Óscar Díaz, con conexiones personales a tragedias mineras anteriores; la seguridad de la mina está bajo escrutinio.
Publicado: 22 de noviembre de 2025, 12:53
Una profunda tristeza ha caído sobre Asturias tras la muerte de dos mineros en un accidentado derrumbe en la mina de Vega de Rengos, ubicada en Cangas del Narcea. Anilson Soares, de 42 años, y Óscar Díaz, de 32, han perdido la vida en un incidente que ocurrió el pasado viernes alrededor de las 16:58 horas. Este accidente se produce apenas ocho meses después de otra tragedia en Cerredo, donde fallecieron cinco trabajadores debido a una explosión de gas grisú.
El accidente tuvo lugar en el segundo nivel de la mina, a aproximadamente un kilómetro y medio de la entrada. La causa se atribuyó a un desprendimiento de materiales, que se produjo durante las labores de extracción. La explotación, gestionada por la empresa TYC Narcea, había sido reabierta recientemente para realizar actividades de investigación después de haber estado cerrada durante cuatro años. Justo antes del accidente, la mina había pasado varias inspecciones, la última de las cuales se llevó a cabo un día antes del incidente.
Los responsables de la empresa y del Gobierno asturiano han expresado sus condolencias a las familias afectadas y han prometido investigar a fondo las causas del derrumbe. Se han planteado dudas sobre la seguridad de las minas en Asturias. Esta tragedia plantea nuevamente la necesidad de revisar las condiciones de seguridad en el sector minero, donde los accidentes son, lamentablemente, un tema recurrente.
El accidente tuvo lugar en el segundo nivel de la mina, a aproximadamente un kilómetro y medio de la entrada. La causa se atribuyó a un desprendimiento de materiales, que se produjo durante las labores de extracción. La explotación, gestionada por la empresa TYC Narcea, había sido reabierta recientemente para realizar actividades de investigación después de haber estado cerrada durante cuatro años. Justo antes del accidente, la mina había pasado varias inspecciones, la última de las cuales se llevó a cabo un día antes del incidente.
Los responsables de la empresa y del Gobierno asturiano han expresado sus condolencias a las familias afectadas y han prometido investigar a fondo las causas del derrumbe. Se han planteado dudas sobre la seguridad de las minas en Asturias. Esta tragedia plantea nuevamente la necesidad de revisar las condiciones de seguridad en el sector minero, donde los accidentes son, lamentablemente, un tema recurrente.