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Angela Rayner dimite como viceprimera ministra del Reino Unido tras escándalo fiscal relacionado con su compra de vivienda
La salida de la influyente figura laborista plantea nuevos desafíos a Keir Starmer en un contexto político adverso.
Publicado: 5 de septiembre de 2025, 19:56
Angela Rayner, la viceprimera ministra del Reino Unido y una figura prominente en el Partido Laborista, ha presentado su dimisión tras admitir que pagó menos impuestos de lo que correspondía en la compra de un piso en Hove, en el sur de Inglaterra. Esta renuncia, considerada la más significativa desde que Keir Starmer asumió la jefatura del Gobierno, ocurre en un momento crítico para el liderazgo laborista, que enfrenta una creciente presión política y una crisis de popularidad.
La controversia surgió después de que un informe del asesor independiente sobre estándares ministeriales, Sir Laurie Magnus, determinara que Rayner infringió el código ministerial al no buscar el asesoramiento fiscal adecuado. La política, muy respetada en el ala izquierda del Partido Laborista, sostuvo que actuó de buena fe y que su error se debió a asesoramiento legal inadecuado. La situación tiene aún más peso dado que Rayner había vendido su parte de una propiedad en Ashton-under-Lyne, que estaba en fideicomiso para su hijo discapacitado, para comprar la nueva vivienda en Hove.
Durante su mandato, Rayner no solo se había consolidado como una referente del laborismo, sino que había llevado a cabo importantes políticas en el área de vivienda, contribuyendo a la visibilidad del partido ante la ciudadanía. Sin embargo, la presión mediática y política se intensificaron a medida que los partidos de oposición, especialmente el populista Reform UK liderado por Nigel Farage, aprovecharon la ocasión para criticar la integridad del Gobierno laborista.
La controversia surgió después de que un informe del asesor independiente sobre estándares ministeriales, Sir Laurie Magnus, determinara que Rayner infringió el código ministerial al no buscar el asesoramiento fiscal adecuado. La política, muy respetada en el ala izquierda del Partido Laborista, sostuvo que actuó de buena fe y que su error se debió a asesoramiento legal inadecuado. La situación tiene aún más peso dado que Rayner había vendido su parte de una propiedad en Ashton-under-Lyne, que estaba en fideicomiso para su hijo discapacitado, para comprar la nueva vivienda en Hove.
Durante su mandato, Rayner no solo se había consolidado como una referente del laborismo, sino que había llevado a cabo importantes políticas en el área de vivienda, contribuyendo a la visibilidad del partido ante la ciudadanía. Sin embargo, la presión mediática y política se intensificaron a medida que los partidos de oposición, especialmente el populista Reform UK liderado por Nigel Farage, aprovecharon la ocasión para criticar la integridad del Gobierno laborista.