Progresista 83.1%Conservador 16.9%
Andrej Babiš, el "Trump checo", busca regresar al poder en las elecciones cruciales de la República Checa
La contienda electoral, marcada por el euroescepticismo y el populismo, podría redefinir la política checa y su relación con la UE.
Publicado: 3 de octubre de 2025, 06:56
Este fin de semana, millones de checos acudirán a las urnas para elegir a sus representantes en unas elecciones parlamentarias que podrían cambiar el rumbo político de la República Checa. La contienda se centra en el exprimer ministro Andrej Babiš, líder del partido ANO (Acción de Ciudadanos Insatisfechos), quien busca un regreso triunfal al poder, tal como lo han pronosticado varias encuestas que le otorgan una considerable ventaja. A pesar de haber dejado el cargo en 2021 tras protestas masivas y acusaciones de corrupción, Babiš ha mantenido su popularidad y podría ganar en estas elecciones con un apoyo cercano al 30%.
Babiš, que se ha autodenominado "trumpista", es conocido por sus posturas populistas y euroescépticas. Su figura polarizadora ha generado críticas, con oponentes advirtiendo que su regreso podría marcar un giro hacia el autoritarismo y alejar al país de sus compromisos con la Unión Europea. Su partido, ANO, se ha alineado con otros movimientos nacionalistas en Europa, buscando establecer coaliciones con agrupaciones de extrema derecha y euroescépticas, similar a las tendencias observadas en Hungría y otros países de la región.
Entre sus promesas electorales se incluyen medidas económicas populares, como un tope en los precios de la energía y la reducción de la edad de jubilación, que apelan a un electorado cansado de la inflación y las políticas austeras del actual gobierno de Petr Fiala. Sin embargo, se teme que, en caso de formar gobierno, Babiš enfrente presiones para negociar con partidos que sostienen posturas antiinmigración y que buscan debilitar la ayuda a Ucrania, un tema sensible dado el contexto geopolítico actual.
Babiš, que se ha autodenominado "trumpista", es conocido por sus posturas populistas y euroescépticas. Su figura polarizadora ha generado críticas, con oponentes advirtiendo que su regreso podría marcar un giro hacia el autoritarismo y alejar al país de sus compromisos con la Unión Europea. Su partido, ANO, se ha alineado con otros movimientos nacionalistas en Europa, buscando establecer coaliciones con agrupaciones de extrema derecha y euroescépticas, similar a las tendencias observadas en Hungría y otros países de la región.
Entre sus promesas electorales se incluyen medidas económicas populares, como un tope en los precios de la energía y la reducción de la edad de jubilación, que apelan a un electorado cansado de la inflación y las políticas austeras del actual gobierno de Petr Fiala. Sin embargo, se teme que, en caso de formar gobierno, Babiš enfrente presiones para negociar con partidos que sostienen posturas antiinmigración y que buscan debilitar la ayuda a Ucrania, un tema sensible dado el contexto geopolítico actual.